sábado, 25 de febrero de 2012

Sobre el Proyecto Aprendices Visuales

Hace unos 3 años, Miriam Reyes Oliva creó un cuento para su primo Jose, pensador y aprendiz visual. Este cuento, a través de pictogramas, explica los pasos para adquirir el hábito de "ir al baño solo".

Este fue el inicio de lo que hoy ya es un proyecto sólido, cada vez más difundido y con gran futuro.

Aprendices Visuales nace con la misión de crear y difundir cuentos infantiles para niños con necesidades especiales, fundamentalmente  con Trastornos del Espectro Autista (o, en otras palabras, aprendices visuales).

Este proyecto presenta dos colecciones Disfruta, con temas para el entretenimiento de niños con mayor grado de comprensión y Aprende, centrado en la adquisición de rutinas variadas (autocuidado, identificar emociones, etc.).

Aprendices Visuales cuenta con diversos reconocimientos por la gran labor pedagógica y social que lleva a cabo. En el año 2011, Miriam Reyes ganó el Premio Nestlé Caja Roja a la Solidaridad:



Merece la pena seguir de cerca el desarrollo de estos cuentos que, además, se distribuyen gratuitamente a asociaciones y familiares. En el blog: http://aprendicesvisuales.blogspot.com/ se puede consultar las diferentes formas de apoyar esta iniciativa, así como todos los detalles sobre la misma (colaboradores, objetivos, etc.).

Desde aquí, mi pequeña aportación para difundir su labor. Espero leerles pronto...


jueves, 23 de febrero de 2012

Aborto y discapacidad

"DOWN ESPAÑA, que lleva luchando más de 20 años para eliminar cualquier tipo de discriminación hacia las personas con síndrome de Down, considera inadmisible que la ley posibilite una interrupción del embarazo llevada a cabo por el hecho de que el feto tenga una discapacidad".


En el siguiente enlace se puede leer íntegra la carta de Down España en la que se reclama protección para la vida de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones: 


Es difícil lograr cambios sociales para las personas con discapacidad cuando su vida es considerada "vida de segunda"...

domingo, 19 de febrero de 2012

Prejuicios silenciosos


A lo largo de la historia, han sido muchos los mitos y falsas creencias que han guiado la interpretación de la discapacidad intelectual (DI). Eran, en parte, los prejuicios los que determinaban que estas personas debían ser institucionalizadas y apartadas de la sociedad.

Se han dado grandes avances y, por fortuna, nos encontramos en un entorno positivo, inclusivo y sensible hacia la diversidad. Las personas con discapacidad, cada vez más, participan de los mismos espacios que el resto de la sociedad y cuentan con oportunidades para disfrutar de una vida de calidad (al menos, ésta es la tendencia). 

Sin embargo, todavía hoy persisten mitos o prejuicios que, de forma sutil, suponen barreras para la plena inclusión de este colectivo. Estas creencias, muchas veces, se encuentran escondidas tras buenas intenciones y si bien no reflejan una discriminación agresiva (por decirlo de alguna manera), dificultan el ejercicio de algunos derechos básicos.
Me refiero a creencias como:

Las personas con DI…

-son como niños, incluso en la etapa adulta

-no necesitan mucho para ser felices, se conforman con lo básico

-no tienen maldad

-no deben ser conscientes de su diferencia, para que no sufran

-son tiernas y cariñosas

-tienen deseo sexual pero no entienden qué es el amor

-necesitan supervisión continua

-no se enteran de lo que sucede a su alrededor

-retrasan el aprendizaje del grupo en las aulas ordinarias

-no tienen frustraciones

-tienen una sensibilidad especial

-son rutinarias, poco creativas

-están alegres la mayor parte del tiempo

-no tienen metas en la vida

-no deberían tomar decisiones


Queda como objetivo para futuras entradas profundizar en algunas de estas ideas. De momento, lo más importante es recordar que: las personas con DI son como todos. Algunas son alegres, otras no, algunas viven felices, otras no, algunas se plantean metas en la vida, otras no… 

Exactamente igual que el resto, exactamente igual que yo; exactamente igual que tú. 

Fotografía: Cristina Pérez. VII Concurso Fotografía Digital del INICO
(http://album-inico.usal.es/default.aspx?ed=7)


viernes, 17 de febrero de 2012

De las familias invisibles a los padres como compañeros


Desde hace años, las organizaciones al servicio de la discapacidad consideran la colaboración entre profesionales y familias una de las claves para el éxito. Históricamente, se ha dado un desequilibrio de poder entre expertos y padres (a favor de los primeros) y las relaciones entre ellos han estado marcadas por  duros juicios acerca de la conveniencia de que las familias cuidasen y educasen a sus hijos con discapacidad intelectual. Superado esto, actualmente las familias cobran un rol activo y se convierten en colaboradoras de los profesionales que las atienden. Con frecuencia, este cambio es mostrado con el lema “Parents as partners".


Durante décadas, los padres han sido considerados culpables de las dificultades de sus hijos, fuente de problemas, obstáculos para su crecimiento o, en el mejor de los casos, irrelevantes para el proceso de intervención. Cuando las familias se oponían, de algún modo, a lo que los expertos consideraban “correcto” eran vistas como familias patológicas o rebeldes, susceptibles de un tratamiento complementario al de sus hijos. Si se mostraban “excesivamente optimistas”, entonces era que no habían asumido la condición de su hijo y, por tanto, estaban en proceso de duelo.
Eras consideradas familias invisibles, sin voz para opinar sobre los servicios, inexpertas y sin cualidades para velar por el bienestar de sus hijos (cuyo cuidado delegaban en instituciones).

Afortunadamente, en lo que muchos han descrito como un verdadero acto de coraje, los padres se rebelaron contra esta situación, y unidos en movimientos asociativos lucharon por mantener su presencia, y la de sus hijos, en sus comunidades. A través de grupos locales e internacionales trabajaron por la desinstitucionalización, crearon nuevos servicios, defendieron los derechos de las personas con discapacidad y comenzaron a colaborar con los profesionales. A día de hoy, aunque las barreras siguen siendo muchas, la colaboración entre ambos contextos es una prioridad para la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Los profesionales asumen que las familias son, en gran medida, expertas en cuanto sus hijos se refiere, muestran fortalezas y cualidades únicas y, además, pueden adquirir nuevas competencias que mejoren su función como entorno de apoyo. 
Las organizaciones deben seguir en el camino, ya iniciado, de dar voz a las familias. Contar con ellas hará más eficaz cualquier intento de cambio. Y así lo ha demostrado la historia. 

domingo, 5 de febrero de 2012

Modos de saludarse

Fotografía de: Sergio Aritmendiz (VI Concurso de Fotografía del INICO)

He leído este relato y me ha parecido que tenía un no sé qué sobre la diversidad...
Modos de saludarse. Delante de mí iba un ciego barriendo la calle con su bastón, despacio, reconcentrado. La gente que venía de frente se apartaba solícita. Pero de frente apareció también otro ciego barriendo la calle con su bastón con movimientos idénticos (quizá habían tenido el mismo maestro). 
El choque parecía inevitable. Estaba a punto de intervenir cuando ambos se pararon en seco. Y con un movimiento exacto, sincronizado, chocaron levemente sus bastones como en un cruce de golpes de espadachines y, sin decirse nada, uno se movió a la derecha y el otro a la izquierda. 
Me pareció una forma particularmente hermosa de saludarse.
Relato del escritor y crítico literario Pedro de Miguel (1956-2007), publicado en su blog "Letras enredadas", en abril del 2006.