martes, 17 de septiembre de 2013

¿Por qué rechazamos a las personas con discapacidad?


Son muchos los motivos históricos, sociales, personales, psicológicos… que están en el origen de la discriminación y de la indiferencia hacia las personas con discapacidad. Cada uno de ellos requeriría un análisis detenido, más allá de un breve post como este. Sin embargo, mencionaré algunas razones que nos ayuden a entender la pregunta que da título a esta entrada ¿Por qué no nos gustan las personas con discapacidad?

1. La sociedad actual valora a las personas, sobre todo, por su capacidad para rendir y por su productividad. La clave del éxito parece residir en ser competente socialmente y, ante todo, económicamente. No hay lugar, ni tiempo, ni espacios, para personas que van más lentas, que requieren más apoyos o que no aportan "resultados" visibles.

2. Por otra parte, nos movemos en un contexto que pone excesivo énfasis en la apariencia, el cuerpo, la belleza física, la juventud… Estándares sociales como estos son muy estresantes, más aún para personas que se salen de la norma y que son consideradas “atípicas”.

3. Seguimos arrastrando ciertas creencias que históricamente han tenido mucho peso y según las cuales asociamos la discapacidad a un mundo negativo, minoritario, marginal, oscuro, triste

4. Como consecuencia, la persona con discapacidad sigue pareciéndonos alguien que sufre permanentemente y que, además, lleva un gran tristeza a su alrededor. Por otra parte, el efecto halo hace que generalicemos aspectos relacionados con la discapacidad a otras cualidades y ámbitos (por ejemplo, pensar que una persona que va en silla de ruedas, es una persona que tiene una discapacidad intelectual…). 

5. Además, la falta de conocimiento, de información, el poco contacto con el mundo de la discapacidad, la falta de empatía, y la exposición a situaciones novedosas, provoca con frecuencia ansiedad y miedo. Miedo a no comprender a la persona con discapacidad, a ofenderle, a que sea agresiva, a no saber cómo tratarla, etc.

Estas razones, entre otras, explican por qué, todavía, muchas personas no están preparadas emocionalmente para tratar y convivir con otros con discapacidad. Y, a pesar de los avances, todavía queda mucho trabajo para decir adiós a actitudes negativas como las mencionadas y abrir paso a la inclusión. 


Autor: Jose Antonio Morena Ramos

Autor: Sergio Grispello

Autor: Sergio Soriano



(Todas las fotografías tomadas del Concurso de Fotografía del INICO, Edición 2012)


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