lunes, 14 de abril de 2014

El modelo social de la discapacidad, para que todos podamos entenderlo...

Se habla mucho del cambio de un modelo rehabilitador, individualista, a un modelo social. Pero, a pesar de que teóricamente esta evolución en el modelo de la discapacidad está ampliamente aceptada, no ocurre lo mismo a pie de calle... Así que trataré de explicar, de manera sencilla, algunas de las ideas que implica pasar de un modelo a otro...

Urge cambiar de mentalidad, no hay que enseñar a las personas con discapacidad a integrarse en la sociedad. Hay que enseñar a la sociedad  a tolerar, apoyar, comprender, valorar y aceptar a las personas con discapacidad. Y a las personas con discapacidad, como al resto, apoyarles para que desarrollen al máximo sus cualidades. Pero no para que puedan "integrarse", sino para que tengan calidad de vida, como todos. No para adaptarse a una sociedad que, con frecuencia, es injusta, complicada, cruel, deficitaria... si no para ser felices. Y, de paso, cambiar esa sociedad en la que están.

No es que yo, persona con todas mis capacidades al máximo (supuestamente) sea generosa y te permita entrar a tí -persona con discapacidad-  y participar de mi sociedad. Es que las personas con discapacidad son tan dueñas de la sociedad como el resto. Y si esa sociedad no está preparada para la discapacidad, entonces habrá que modificarla.

Las personas con discapacidad, como todas, aprenden. Las personas con discapacidad, como todas, tienen limitaciones. Limitaciones que no se curan, que no desaparecen con el tiempo (algunas) y que, incluso, se hacen más severas con el paso de los años. Pero las personas con discapacidad también se encuentran con obstáculos en sus vidas que no deberían. Se encuentran con barreras que dificultan su aprendizaje y desarrollo, ya de por sí complejo. Barreras físicas, cognitivas, sociales, etc. Barreras que, demostradísimo está aunque muchos no lo crean, son más "discapacitantes" que la propia discapacidad inherente a la persona. Sin embargo seguimos cometiendo el error de atribuir todos los fracasos e "inadaptaciones" de las personas a su "síndrome, deterioro, incapacidad cognitiva, conducta desadaptativa…” Y seguimos repitiendo una y mil veces: No aprende porque tiene discapacidad intelectual, no me atiende porque es hiperactivo, no se adapta a la sociedad porque es autista... Como si, a fuerza de repetirlo, esa discapacidad intelectual, esa hiperactividad, ese síndrome, fuera a desaparecer y, así, allanarnos el camino.

No podemos esconder, curar, disfrazar, eliminar, obviar, la discapacidad. Sí podemos apoyar a la persona a desarrollar habilidades (funcionales) que le sirvan para manejarse en igualdad de condiciones que el resto, en su vida diaria. Pero no se trata de convertir a las personas con discapacidad en superhéroes/heroínas capaces de combatir contra una sociedad mal hecha. Se trata de adaptar el contexto a la diversidad inevitable de los seres que forman parte de ella. Y se trata de aceptar que sí, que hay personas con discapacidad, que tienen "fallos", personas que son lentas, que no saben leer, que no comprenden mensajes complejos, que necesitan apoyos para muchas de las actividades de su vida diaria, que son frágiles, que se mueven con torpeza y más despacio, que no son (tan) productivas como muchos otros, que no están hechas para la competitividad extrema... Y de aceptar que sí, que con todo ello, son personas igual que el resto, sin que su discapacidad les robe una pizca de dignidad, derechos, y humanidad. Y que  sí, las personas con discapacidad también tienen cualidades maravillosas que, en muchos casos, se quedan sin descubrir por la torpeza de los que nos creemos más listos y más válidos.

Lo que no puede ser es que ante la discapacidad - y ante una sociedad que tiene mucho por mejorar - pensemos mala suerte, no vamos a cambiar todo por que existan discapacitados, tendrán que aceptar lo que les ha tocado. Cierto es que tendrán que aceptar la discapacidad, pero ¿cómo no cambiar algo que no funciona, aunque sea por el bien de una sola persona? ¿Cómo no vamos a cambiar una sociedad preparada únicamente para los más capaces, los más rápidos, los más formados, los más inteligentes, los más avanzados, los más ricos…? Realmente, si uno lo piensa bien, esa es una sociedad bastante “discapacitada”…

Hasta que no veamos a las personas con discapacidad como seres humanos exactamente igual que el resto (exactamente igual que nosotros mismos), en cuanto a dignidad, no lograremos hacer que el modelo social -tan alabado teóricamente- pase de ser un deseo sobre el papel a una realidad. Y es una pena porque, mientras tanto, muchas personas no viven la vida que merecen...

Autores de las fotografías (INICO, concurso de Fotografía Digital): 
Foto 1: Manuel López 
Foto 2: Natalia Casado 
Foto 3: Javier Arcenillas

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