martes, 8 de abril de 2014

"Las etiquetas para los frascos"


Uno de los obstáculos para la educación inclusiva es la obsesión de muchos (educadores, familias, profesionales, sociedad en general) por las etiquetas. Las más utilizadas y conocidas por todos: los alumnos “normales” y los “especiales” (a su vez, subdivididos en múltiples categorías: los hiperactivos, los rebeldes, los lentos, los superdotados, los discapacitados, los problemáticos, los inmigrantes, los fracasados…).

En el caso de los alumnos con discapacidad, ciertas etiquetas nos pueden ayudar a situarnos y organizar mejor la enseñanza (el hecho de contar con un diagnóstico claro, por ejemplo, es una fuente de respiro tanto para profesionales como para familias). Sin embargo, no siempre somos conscientes de la poderosa influencia –negativa- que ejercen dichas etiquetas (sobre todo, en la relación profesor-alumno/a). Para reflexionar acerca de este tema, ahí va una sencilla dinámica:

Anotar en una serie de post its una etiqueta (una por papelito). Cada persona se colocará, sin mirar, un post it, bien visible. Los participantes tendrán que simular que están en una fiesta, y deberán tratar a los demás única y exclusivamente por la etiqueta que los define. El objetivo es tomar esa descripción como único rasgo de la persona.  
Etiquetas posibles: Tengo VIH / Me llamo Enrique / Tengo síndrome de Down / Voy en silla de ruedas / Soy tu cantante favorito  / Soy el dirigente del partido al que nunca votarías / No hablo español  / No oigo bien del oído derecho / Llevo en paro 3 años / Acabo de salir de la cárcel / Acabo de llegar al país / Tengo esquizofrenia  / Tengo un hijo con autismo / Soy un actor, actriz famoso / Estoy pasando por una depresión grave / Soy millonario  / Soy un futbolista famoso / Soy drogadicto en recuperación  / Soy el hijo de tu jefe / Soy el maestro/a de tus hijos / Soy monja de clausura / Me acaba de tocar la lotería / Tengo déficit de atención e hiperactividad 
Después, comentar: ¿Alguien ha descubierto su etiqueta? ¿Por qué? ¿Cómo ha percibido cada uno el trato por parte del resto? ¿Hay etiquetas que condicionan más que otras? ¿Cómo te han influido las etiquetas para tratar a los demás? ¿Cómo han sido las conversaciones que has iniciado?
Habiendo realizado esta dinámica con un grupo de maestras/os y estudiantes de educación infantil y primaria, surgen reflexiones como las siguientes:

Participante 1
He visto que a una compañera se le había despegado el post it y lo primero que le he preguntado ha sido “¿Tú no tienes etiqueta?”. Ella, inmediatamente, se ha puesto a buscarla por el suelo. Me he dado cuenta de que así me manejo muchas veces en la vida real… Voy buscando las etiquetas que me permitan identificar a la gente, y luego actúo según creo que me ordena ese rasgo…

Participante 2
Yo creo que soy un extraterrestre o algo raro… No he podido identificar bien el trato que me daban los demás. Unos me hablaban con cariño pero otros no sabían bien qué decirme… Soy algo raro (su etiqueta era: "Tengo síndrome de Down").

Interesante ¿verdad? 

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